Cerca de 4.000 personas, entre miembros y amigos de la familia agustiniana, rezaron junto al Señor durante la solemnidad del Corpus Christi
“Un gozo la adoración del Señor desde tan diversas realidades”. Así ha calificado un religioso agustino lo que ha sido la experiencia de conectar a la Orden en presencia del Señor durante una jornada completa. “La adoración de la divina Presencia de Jesucristo en la Eucaristía, vinculando comunidades, desde realidades tan distintas, nos hizo vivir un momento de auténtica comunión como hijos de San Agustín”. Por su parte, el P. Javier Pérez Barba, asistente general para el sur de Europa y coordinador de la Comisión de Apostolado y Evangelización, ha comentado: “Que la Orden haya permanecido en adoración continua del Santísimo durante 24 horas significa que Dios es nuestra prioridad, que todo cuanto podemos ofrecer al mundo de Él lo recibimos y que nuestra comunión fraterna sólo es verdadera si es comunión en el Señor”. En cuanto al trabajo realizado, el P. Javier ha apuntado que “ha sido sobre todo un trabajo de Orden, de unidad, en el que han participado tanto hermanos como hermanas de vida contemplativa y laicos de muy diversas partes del mundo. Agradezco a todos su implicación”.
“No ha sido una tarea fácil sincronizar en un mismo formato de retransmisión realidades con husos horarios y medios técnicos tan distintos”, afirmaba Ricardo Morales, responsable de comunicación de la Curia General. Comunidades de México, Panamá, California, Kerala (India), Japón, Bélgica, Cebú (Filipinas), España, Roma, Tanzania, Inglaterra y Chile formaron parte de este proyecto eucarístico poniendo a disposición de los fieles sus capillas y medios técnicos para adorarle a Él.
Según los datos métricos de las plataformas de YouTube, Facebook y Twitter, cerca de cuatro mil personas se conectaron durante las distintas franjas de Adoración; dejando centenares de comentarios a propósito del Corpus Christi y la petición de intercesiones al resto de la comunidad orante. Alejandra Vaca, feligresa de la parroquia ubicada en Jaral del Progreso, México, nos decía: “Bendito y alabado sea siempre Jesús Sacramentado”. Desde Puerto Rico, desde la parroquia de Monserrate, daban las “gracias por esta preciosa Adoración Eucarística”. También fueron especialmente destacables los mensajes que llegaron desde Vietnam, Venezuela, Irlanda o Nigeria, donde hermanos nuestros participaron de forma activa desde las redes sociales y sus respectivas parroquias.
El proyecto contó con la participación de la oficina de comunicación de la Curia General y de los consejeros generales, provinciales, vicarios, párrocos, laicos y responsables de información que sirvieron de puente para conectar a la Orden por vez primera en una iniciativa de este tipo.