Tras el fallecimiento del P. Nello Ciprirani, uno de los grandes maestros del Pontificio Instituto Patrístico Augustinianum, el pasado 17 de febrero, fueron muchos los que acudieron a su Misa funeral para darle su último adiós. Muchos de ellos fueron sus alumnos, quienes durante años “aprendieron de él la estructura de la antigua literatura cristiana y a nutrirse de la espiritualidad del obispo de Hipona centrada en el amor, que es libertad”.
Su eco y resonancia nos han llevado a contactar con dos profesores agustinos eméritos que conocieron muy de cerca al P. Nello y cuyos testimonios arrojan luz sobre este gran maestro que entregó su vida al estudio de la obra de San Agustín y a la publicación de numerosos libros teológicos, espirituales e “importantes y desconocidos artículos filológicos”, tal y como señala el P. Angelo di Berardino, amigo del padre Nello desde el noviciado.
El P. Angelo sobre el P. Nello: “Era el delantero por excelencia”
El año 1953 en San Gimignano conocí al P. Nello. Fue en nuestro noviciado. Éramos un grupo precioso y variado, con talentos diferentes y procedentes de muchas regiones italianas. Fue un gran enriquecimiento para todos nosotros, que procedíamos de ambientes tradicionales y horizontes limitados. En Viterbo, entre 1954 y 1957, hicimos juntos el bachillerato, dedicándonos sobre todo a los estudios clásicos. Recuerdo de esos años el buen equipo de fútbol que teníamos: Nello era el delantero por excelencia y yo el portero.
Continuamos nuestros estudios filosóficos en Tolentino. Desgraciadamente, hicimos estudios posteriores en lugares diferentes aunque siempre estuvimos en contacto.
En 1969, el P. Trapè me llamó a Roma. Fue ahí cuando nuestra relación se estrechó aún más a raíz de que el P. Nello empezase a dar cursos en el Augustinianum. En 1987 se trasladó a nuestra comunidad de Santa Mónica. Mientras tanto, habíamos continuado nuestros estudios en universidades estatales, obteniendo nuestros doctorados. Nello se dedicó a los estudios clásicos en la Universidad de Perugia y yo a la historia y la filosofía. Nuestras diferencias en la investigación posterior derivaban de esta preparación. De hecho, él fue profesor de latín y griego durante algunos años.
Los artículos filológicos del P. Nello: un tesoro por descubrir
Esta educación clásica y filológica influyó profundamente en su formación y en el enfoque de sus estudios agustinianos. Normalmente, los estudiosos de san Agustín parten de la filosofía o la teología, pero Nello tomó un camino original y fructífero desde la filología, donde fue verdaderamente innovador. Sus libros teológicos y espirituales son bien conocidos, mucho menos sus numerosos artículos filológicos. El primero de una larga serie es Una teoría neoplatónica subyacente a la ética sexual de san Agustín. Agustín, lector de los neoplatónicos, recibió influencias de estos filósofos en la elaboración de su concepción de la sexualidad humana (matrimonio, libido, procreación).
Cipriani publicó varios estudios sobre Juliano de Eclana. También ha indicado algunas fuentes sobre este teólogo: Aspectos literarios de Juliano de Eclana: Tertuliano, Cicerón y Quintiliano. En la misma línea de investigación está Ecos antiapolíneos y aristotelismo en la polémica de Juliano de Eclana. Cuatro fuentes agustinianas centran el interés de Cipriani: Varrón, Victorino, Ambrosio y el Ambrosiaster.
Estas pocas citas remiten a otras tantas investigaciones que ha realizado en el campo filológico. Y todas han sido bien apreciadas. Gracias, querido Nello, por los muchos partidos de fútbol que jugamos juntos.
Vittorino Grossi sobre el P. Nello: “Un camino original” de un hombre que enseñó a amar “en libertad” al modo de San Agustín
Nello Cipriani, nacido en Maenza (Latina-Italia) el 29/07/1937, volvió al Padre el 17 de febrero de 2024 en el hospital de San Carlos de Nancy (Roma). La Santa Misa de sufragio, celebrada en la capilla diaconal Santa Mónica de la Piazza Sant'Uffizio (Roma) el lunes 19 de febrero, reunió a cohermanos, amigos, estudiosos de san Agustín y a muchos de sus alumnos, que aprendieron de él la estructura de la antigua literatura cristiana articulada sobre reglas retóricas y a nutrirse de la espiritualidad del obispo de Hipona centrada en el amor, que es libertad. En efecto, cuando se ama cristianamente, se vive en libertad: "Ama y haz lo que quieras", escribió Agustín en su comentario a la Carta del apóstol Juan. El padre Nello, que ingresó en la Orden agustiniana de joven, fue ordenado sacerdote el 25 de febrero de 1962.
Tras licenciarse en Sagrada Teología en la Pontificia Universidad Lateranense en 1963, se licenció en Filosofía y Letras Antiguas en la Universidad de Perugia en 1974. En el año académico 1973-74 se incorporó al Instituto Patrístico Augustinianum como profesor asistente. En 1992 obtuvo el doctorado en Teología y Ciencias Patrísticas con el estudio La controversia entre Juliano de Eclana y san Agustín en el Opus imperfectum. Dos teologías comparadas. En 1993 fue nombrado profesor titular del Pontificio Instituto Patrístico Augustinianum, donde enseña y promueve la investigación sobre los escritos de Agustín, en particular sobre los Diálogos y De Trinitate, así como sobre la formación retórica de los Padres de la Iglesia.
Fruto de sus investigaciones, unas 50 contribuciones fueron su colaboración estable en la revista de estudios patrísticos Augustinianum y la serie SEA del Instituto.
Un resumen de su método de investigación y de su aportación a los estudios agustinianos puede encontrarse en su estudio La pedagogía de la oración en san Agustín (Palermo 1984). Cipriani, tras resumir los temas agustinianos sobre la oración, aborda en el capítulo II de la segunda parte el tema "De la contemplación neoplatónica a la contemplación cristiana", distanciando la oración cristiana de la oración platónica vinculada al ámbito filosófico. La investigación de Cipriani hunde la lectura de Agustín en las fuentes de la Sagrada Escritura más que en las categorías platónicas. Los Diálogos de Agustín, leídos mayoritariamente por los académicos desde la perspectiva de los filósofos, para Cipriani deben ser releídos teniendo en cuenta los textos bíblicos a los que Agustín hace referencia. Desde esa nueva perspectiva de lectura, se puede vislumbrar el camino de reflexión cristiana realizado por Agustín guiado por la palabra de Dios.