Nuestro hermano agustino tomó posesión de la parroquia de San Marcos hace tan solo un mes. La Fiscalía del Estado de Michoacán, donde se produjo el asesinato, ya está realizando las investigaciones pertinentes.
Con profundo pesar lamentamos esta terrible noticia. Unidos en oración con toda la Orden y los parroquianos y familiares del P. Javier, condenamos con firmeza este grave crimen. Rogamos a Dios por su eterno descanso y el fin de la violencia
COMUNICADO DE LA PROVINCIA AGUSTINIANA DE MICHOACÁN
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados Hijos de Dios (Mt 5,9)
Con la esperanza Pascual y habiendo celebrado a Cristo Muerto y Resucitado, queremos comunicar a todos con gran pesar que el día 22 de mayo, fecha en que conmemoramos a Santa Rita de Casia religiosa agustina, fue asesinado nuestro hermano sacerdote Fr. Javier García Villafaña, OSA en el Estado de Michoacán.
Fray Javier había tomado posesión de la parroquia de San Marcos, en la localidad de Capacho en el municipio de Huandacareo, Michoacán, el 23 de abril del año en curso, mientras se dirigía a celebrar la Santa Misa en el camino a su parroquia fue privado de la vida. La Fiscalía del Estado de Michoacán ya realiza las investigaciones para esclarecer las causas del lamentable asesinato.
Nosotros como Autoridad y como Hermanos de la Provincia Agustiniana de Michoacán a la que pertenecía el padre Fray Javier García Villafaña OSA hacemos un llamado respetuoso pero firme a las autoridades para que este homicidio no quede impune. En un ambiente de tristeza y dolor mantenemos viva la esperanza en la Resurrección de Cristo, a cuyo cuidado encomendamos el alma de nuestro Hermano; y confiamos también en que en nuestra patria, y en todos los lugares donde se anuncia el Evangelio de Cristo, reine la paz y la justicia que nuestro Señor Jesús vino a traernos. Rogamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de Nuestra Señora del Socorro, que teniendo en cuenta su sacerdocio y consagración religiosa lo reciba en su Reino de Paz y de Justicia. A todos los hombres y mujeres de buena voluntad les pedimos que tengan presente a nuestro hermano Fray Javier y a todos los religiosos de la Orden, hombres y mujeres, sacerdotes y laicos, que diariamente ofrendan su vida al servicio de la Iglesia en nuestra patria y en el mundo entero sirviendo a todos.
Que no perdamos la esperanza, nosotros “que peregrinamos entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios” (Ciudad de Dios 18,51,2).