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Inés Polanco

El P. Bill Atkinson OSA: la increíble historia del primer sacerdote tetraplégico de la Iglesia Católica

La Orden de San Agustín cuenta con innumerables testimonios de hombres y mujeres que en su paso por el mundo dejaron estelas de santidad y que al día de hoy son fuente de inspiración para todos los que siguen la espiritualidad de San Agustín. Tal es el caso del P. Bill Atkinson, O.S.A, siervo de Dios, cuya vida es una increíble historia del amor de Dios a cada uno. Aquí te la contamos.



¿Quién fue el padre Bill Atkinson?


William Edward Atkinson, futuro P. Bill Atkinson, nació el 4 de enero de 1946 en Filadelfia, Estados Unidos. Fue uno de los tres hijos y cuatro hijas de Allen Atkinson y Mary Connelly. Asistió a la escuela primaria St. Alice y a la secundaria Mons. Bonner, y al graduarse en 1963 pidió ingresar en la Orden Agustiniana. Pasó un año como postulante en la Academia Agustiniana de Staten Island, Nueva York, y luego ingresó en el noviciado de Nuestra Madre del Buen Consejo de la Provincia de Villanova, en New Hamburg, Nueva York, el 6 de septiembre de 1964.


Bill era un joven activo como cualquiera de su edad: rubio y de ojos azules, guapo y atlético. Compartía su enérgica personalidad con su hermano Al, quien era jugador de fútbol americano profesional y llegaría a ganar la Super Bowl en 1969 con los New York Jets. También compartían la inquietud por la vocación sacerdotal, pero finalmente fue Bill quien se sintió realmente llamado. 


Y fue así como, siendo un seminarista de 19 años, decidió durante un recreo lanzarse en trineo junto a 3 compañeros más por una montaña nevada dentro de los terrenos del noviciado. Sin embargo, lo que inició como una diversión aquel 22 de febrero de 1965 culminó como tragedia, ya que durante el descenso de casi cuatrocientos metros, el trineo de Bill se estrelló contra un árbol, afectando gravemente su columna vertebral. 


Ingresó al hospital sin que tuvieran esperanzas de que sobreviviera, pero lo hizo, y luego de 14 meses en el hospital, le dieron de alta con una tetraplejía que lo dejó inmovilizado del cuello para abajo: debía mantener sujeta la cabeza artificialmente para que no se le cayera, y solo después de años de rehabilitación consiguió un poco de autonomía mediante una silla con motor y la utilización de un lápiz con la boca.




El primer sacerdote tetraplégico de la Iglesia Católica


Posteriormente a su accidente y siendo una sorpresa para muchos, Bill Atkinson manifestó su deseo de continuar su formación como padre agustino, deseo que fue acogido amorosamente por la Orden a pesar de todos los cuidados y atenciones que esa decisión implicaba. Así fue como llegó a St. Mary's Hall, Universidad de Villanova, la Casa Colegial de Formación de la Provincia, donde un equipo de agustinos le formaba especialmente. 


En 1970 profesó los votos simples, en 1973 los votos perpetuos y con una dispensa especial del Papa Pablo VI, el Padre Bill fue ordenado sacerdote en su parroquia natal de Santa Alicia en Upper Darby, PA, el 2 de febrero de 1974, casi nueve años después de su accidente. Realizó su primera Misa en el Fieldhouse de la Universidad de Villanova gracias a un sistema especial en las manos que le permitió tocar la sagrada forma para consagrarla.


El padre Bill era famoso por su maravilloso sentido del humor

Durante casi treinta años, entre 1975 y 2004, el padre Bill estuvo destinado en el instituto Monseñor Bonner, donde se había graduado. En Bonner enseñó Teología, sobre todo a los del último año. También fue asistente del capellán de la escuela, coordinador de retiros de la clase senior, moderador del equipo de fútbol y director del programa de recuperación después de la escuela y los sábados, conocido como JUG, Justicia Bajo Dios.


El padre Bill era famoso por su maravilloso sentido del humor pero también por su disciplina y orden en el aula. Los alumnos y profesorado le reconocían como un excelente profesor, un moderador alentador y un confesor compasivo. Recibió muchos premios y reconocimientos, entre ellos un doctorado honoris causa de la Universidad de Villanova en el año 2000.


En 2004, el P. Bill se trasladó a la Unidad de Cuidados Sanitarios del Monasterio de Santo Tomás de la Universidad de Villanova, y falleció el viernes 15 de septiembre de 2006 por la tarde, rodeado de sus seres queridos. Fue enterrado a la mañana siguiente en la sección agustiniana del cementerio del Calvario, West Conshohocken, Pa.



Un simposio para dar a conocer la Causa del P. Bill Atkinson


Gracias a la extraordinaria vida llena de virtudes del P. Atkinson, el P. Josef Sciberras, Postulador General de la Orden, introdujo la Causa para la beatificación del padre Bill luego de que un grupo de amigos y conocidos de Atkinson se reunieran con él en Roma en el 2014 convencidos de su santidad. Estos pasos alcanzaron el reconocimiento de sus virtudes heroicas y el título de Siervo de Dios de la Iglesia Católica. 


Con el fin de darle mayor visibilidad a la Causa, la Provincia de Villanova organizó, junto a la Universidad de Villanova, un simposio para hablar sobre el testimonio de vida de Bill y las experiencias de quienes tuvieron la dicha de ser tocados en sus propias vidas por él. 


Entre los oradores que participaron en el simposio estuvo el Dr. Brendan T. Sammon, Ph.D., profesor asociado en la Universidad de St. Joseph, quien habló sobre diferentes aspectos de


la espiritualidad de la discapacidad. También  monseñor Nelson J. Pérez, D.D., arzobispo de Filadelfia, compartió sus reflexiones sobre el valor de la Comunión de los Santos y algunas de las muchas lecciones que podemos aprender de la vida del padre Bill.


Durante la tarde tuvo lugar la charla del P. Thomas F. Dailey, OSFS, Profesor de Teología en el Seminario St. Charles de Filadelfia, sobre el proceso de canonización del P. Bill Atkinson, O.S.A.  La actividad culminó con una mesa redonda en la que participaron cuatro personas muy allegadas al P. Bill: su hermana Joan Mullen; su alumno y cuidador Ted Donnelly; Anne Marie Dolceamore, subdirectora de la Escuela Secundaria Católica Monsignor Bonner & Archbishop Prendergast, que le atribuye una curación significativa en su vida a la intercesión del P. Bill; y Michael Gaynor, director ejecutivo de admisiones de pregrado en la Universidad de Villanova, que habló tanto como un amigo del P. Bill, como como cuidador propio de sus hijos discapacitados.



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