Entre lo efímero, la podredumbre, lo bello y lo eterno transitamos durante la vida. Entre riscos, caminatas a buen paso y fundaciones en distintas partes del mundo, como Corea del Sur en 1985, peregrinó nuestro hermano, el consejero general para el Norte de Europa, el padre Paul Graham
El pasado domingo 11 de diciembre conocimos con estupor, pues apenas unas horas antes había estado haciendo su habitual vida comunitaria en la Curia General, su fallecimiento mientras atendía labores caritativas y asistenciales en el comedor social del "Palazzo Migliori", en Roma, donde se disponía a celebrar la Eucaristía.
Los intentos por reanimarlo fueron en vano. Esperamos que ya goce del eterno descanso junto al Señor y los santos de la Orden de San Agustín.
Fundador en Corea del Sur y amante de la naturaleza
El P. Paul, religioso de la Provincia de Inglaterra-Escocia,, de la que también había sido Prior
Provincial durante tres mandatos, ejercía hasta la fecha como consejero general de la Orden desde septiembre de 2019, cargo en el que ha manifestado su gran pasión por las actividades de coordinación y sensibilización en temas de Justicia, Paz e Integridad de la Creación.
Nacido un 24 de abril de 1947 en la ciudad británica de Newcastle-on-Tyne, el padre Paul mantuvo a lo largo de toda su vida un estrecho contacto con los agustinos, con los que llegó a cursar durante siete años su formación secundaria y bachillerato en el colegio Augustinian Friars de Carlisle.
"Era un apasionado de la montaña. Amaba la naturaleza con todo su corazón. Siempre se mantuvo en forma"
Ya en 1970, tras un primer discernimiento vocacional al comienzo de su etapa universitaria, entró en el noviciado de Clare Priory, haciendo su primera profesión un año más tarde y siendo ordenado sacerdote en 1976. Durante este período hizo su licenciatura de Filosofía en Dublín y su formación en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma; además de un máster en estudios ecuménicos en Irlanda.
Desde 1977 hasta 1985, nuestro querido padre Paul desempeñó su misión como formador de estudiantes en distintas ciudades del Reino Unido, hasta que en 1985 acometió una de las grandes aventuras de su vida: la fundación, junto a otro colega inglés y otros dos hermanos australianos, de la circunscripción de Corea.
“El P. Paul fue siempre un hombre tranquilo, serio, sencillo, comprometido cien por cien con la tarea diaria de ser un fraile fiel. Su dedicación es lo que más destacaría. Tanto como párroco, como articulista, como prior o consejero general. Siempre cercano, afectivo, discreto, reservado. Un servidor atento de la Orden y de la Iglesia, seguidor de la doctrina del Papa Francisco en materia de ecología integral y de atención a los pobres, y un enamorado de la espiritualidad agustiniana, que conocía muy de cerca”, señala Robert Marsh, actual Prior Provincial de Inglaterra-Escocia. “La experiencia de Corea, como reto evangelizador y misional, fue algo crucial que atravesó su vida”, asegura Marsh.
Por su parte, el padre Ian Wilson, con el que coincidió el consejero general desde su época en Birmingham allá por 1977, nos recuerda algunos pasajes más personales del P. Graham.
"Era un lector y escritor empedernido, que siempre se entregó con pasión a estas dos tareas, colaborando con la prensa y dedicándole mucho tiempo al estudio"
“Era un apasionado de la montaña. Amaba la naturaleza con todo su corazón. Siempre se mantuvo en forma hasta que sus rodillas le empezaron a dar problemas, y aún así, siempre iba el primero entre nosotros”, apunta el padre Ian . “Era un lector y escritor empedernido, que siempre se entregó con pasión a estas dos tareas, colaborando con la prensa y dedicándole mucho tiempo al estudio”. “También le gustaba mucho la fotografía y era habitual verle en las excursiones con su cámara a cuestas”, señala el padre Wilson.
Cabe decir, como bien nos recordaba el consejero general para América Latina, el padre Álex Lam, compañero durante los últimos años del P. Paul en la Curia General, que el fallecimiento de Paul coincidió con la Jornada Mundial de la Montaña. Una circunstancia que recordó el Papa Francisco -del que había estudiado de forma profusa la encíclica Laudato si´- en el Ángelus del pasado domingo 11 de diciembre y que, sin duda, no deja de ser elocuente a la hora de contar el último tramo del P. Paul en la tierra para llegar al cielo.
Desde Clare hasta Roma: tres veces Prior Provincial
Después de casi 10 años en Corea, Paul Graham regresó al Reino Unido en 1993, donde ostentó distintas responsabilidades dentro de la Orden. Desde prior de las comunidades de Harborne y Clare hasta ser elegido en dos períodos diferentes como Prior Provincial de Inglaterra-Escocia, cargos que ocupó hasta 2017, donde fue a parar a Edimburgo durante dos años antes de recalar en Roma.
Tal y como reza el comunicado oficial de la Secretaría General de la Curia de los Agustinos, “rezamos para que el padre Paul Graham se encuentre ya en compañía de los santos de nuestra Orden y de tantos otros hermanos que compartieron con él el ardor por la consagración y la misión. Unidos en el dolor y la gratitud a los hermanos de la Provincia de Inglaterra-Escocia, rogamos al Señor que conceda al P. Paul la recompensa de los justos y siga ofreciendo, a nuestra Orden y a cada uno, los beneficios de su trabajo solícito y de su vehemente pasión por la vida agustiniana”.