Este proyecto, financiado por la Conferencia Episcopal Italiana, la St. Augustine Foundation de California y por la Provincia Agustiniana de Irlanda, dará acceso a 700 alumnos a una educación libre y de calidad para los ciclos de primaria y secundaria
“Este es un proyecto muy especial”, nos cuenta el P. Daleng, Consejero General para África al poco de volver de su viaje con Maurizio Misitano, director de la Fundación Agustinos por el Mundo, de Nyamasaria, en el condado de Kisumu, Kenia. “Queremos una inclusión total de las niñas en materia educativa, algo que, desgraciadamente, es poco habitual en África”, prosigue el P. Daleng. “El objetivo de los agustinos va a ser siempre el servir las necesidades de la población. Queremos acabar con la discriminación educativa y sumar en la creación de un ambiente de igualdad y respeto”.
Cabe destacar que la nueva escuela en Nyamasaria, cuyas obras iniciales están previstas para este próximo mes de julio, tendrá al menos un 5% de alumnado con necesidades especiales.
“Es importante destacar que Kisumu es una zona rural muy pobre, donde las familias cuentan con muy pocos recursos”, señala Maurizio al hablar con él sobre las singularidades de esta nueva obra de apostolado agustiniano en África.
Sobre Nyamasaria, el enclave de la escuela
Desde 2006, los padres agustinos prestan sus servicios en la parroquia de Santa Mónica de Nyamasaria, en la archidiócesis de Kisumu. En esta zona rural de Kenia, según hemos podido conocer a través de los datos facilitados por la Fundación Agustinos por el Mundo, la situación social sufre continuamente de altas tasas de delincuencia, embarazos y matrimonios precoces, e infecciones de VIH/SIDA.
En la actualidad, en el condado de Kisumu hay 674.725 niños de los cuales, según un informe de la Evaluación Rápida Interagencias de Kenia, señala que el 46% de los niños viven en condiciones de penuria y el 48% se ven obligados a trabajar. Apenas a día de hoy el 13% de los niños y niñas asisten a la escuela secundaria, con una tasa de abandono escolar y de explotación infantil en constante aumento.
A estas problemáticas hay que sumarle el hecho de la alta tasa de abandono escolar desde muy temprana edad: sólo el 58% de los alumnos matriculados en el primer año terminan la escuela primaria. Las deficiencias educativas en estos momentos clave del desarrollo de los niños es, según el informe del proyecto facilitado por la Fundación, una de las causas limitantes de “la realización social, económica y psicológica de los alumnos a lo largo de su vida”.
En la actualidad, Kenya cuenta con 35 frailes agustinos y cuatro religiosos en etapa formativa recién licenciados en Teología que tendrán, entre otras tareas, desarrollar, supervisar y velar por el adecuado funcionamiento de este nuevo centro educativo que ayudará al sostenimiento de esta nutrida comunidad, al mismo tiempo que se mantiene el enfoque, tal y como dice el P. Daleng, “en la buena voluntad a la hora de contribuir con la obra de Dios”.
Recomendamos leer el artículo que la Provincia de San Juan Sahagún hizo con motivo del Día de África el pasado 25 de mayo y donde conocemos la presencia y ecos de la Orden en este continente.