El Asistente General para África, el P. Edward Daleng, en nombre del Prior General, llevó a cabo en el mes de septiembre una visita de exploración al país africano, con el que existe una vinculación especial pero en el que, de momento, no hay presencia oficial
Desde hace algún tiempo, la intención del Prior General ha sido la de visitar Sudán del Sur, ya que son varios los hermanos agustinos de origen sudsudanés que viven su vocación agustiniana en otras circunscripciones de África y Europa. Por ello, para la Semana Santa del 2020 se planeó una visita del P. Alejandro Moral, que tuvo que posponerse ante la irrupción del COVID.
Finalmente, encomendada al P. Daleng, la visita ha podido realizarse más de tres años después con el objetivo de conocer de primera mano la situación actual y prestar apoyo a la Provincia de Bélgica, que está trabajando con la posibilidad de establecerse sobre el terreno, teniendo en cuenta que ya en 2017 la Unión de Frailes Agustinos de África (UAFA), durante su conferencia celebrada en el Convento de San Agustín de Nairobi (Kenia), valoró el poner en marcha una misión en el país. Si bien estaba previsto que el Prior Provincial de la Provincia de Bélgica, el P. Martin Davakan, acompañase al Asistente General en esta visita, esto no fue posible a causa de la demora con el visado de entrada en el país, por lo que finalmente fue el hermano sursudanés Anthony Baumuke Joseph Batimanga, profeso solemne, quien acudió en compañía del P. Daleng.
En palabras del propio padre Daleng, la expedición contó con la “inestimable ayuda” de Solidaridad con Sudán del Sur, una organización católica, iniciativa de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG) y la Unión de Superiores Generales (USG), que colabora con la Iglesia local y se solidariza con el pueblo de Sudán del Sur a través de proyectos sociales, sanitarios y de desarrollo humano. El P. Jim Greene, M. Afr., misionero de los Padres Blancos y director ejecutivo de dicha organización, no solo compartió la riqueza de su experiencia en el país, sino que facilitó el encuentro con el Arzobispo de Juba, Mons. Stephen Ameyu Martin Mulla, el Superior Provincial de los Misioneros Combonianos, P. Gregor Schmidt y el Superior de los Apóstoles de Jesucristo, P. Paul Loboka.
El P. Greene también coordinó la visita a Yambio, de donde proceden todos los hermanos sudsudaneses de la Orden, a excepción de uno. Allí, la organización dirige una escuela de formación de profesores, donde el P. Daleng pudo conocer a cuatro profesos simples que estaban de vacaciones. En ausencia del Ordinario del lugar, monseñor Eduardo Hiiboro, Vicario General, acogió calurosamente en la diócesis a la expedición, propiciando un enriquecedor intercambio de ideas y pareceres.
En palabras del Asistente General, “las dos diócesis que visitamos y en las que pasamos tiempo están muy necesitadas, tanto a nivel de desarrollo pastoral, como a nivel social y humano”. En este sentido, pudieron observar un gran déficit en todas las esferas de la vida, lo que exige un esfuerzo y una contribución generosa y colectiva de todas las personas de buena voluntad para mejorar las condiciones de vida de los fieles locales. Ante la pregunta qué podemos hacer nosotros, como agustinos, por y junto al pueblo de Sudán del Sur, el P. Daleng afirma que “si la Orden decide asumir una misión allí, nuestra presencia puede ser un agente de transformación, ya que a través de nuestra vida podemos llevar nuestra espiritualidad de unidad de mente y corazón en el camino hacia Dios a la vida cotidiana para apagar la tensión y la desconfianza entre las diversas tribus y crear una convivencia mutua y armoniosa”.
Sobre la realidad de Sudán del Sur
La imagen que a menudo se proyecta de Sudán del Sur es la de una realidad devastada por la guerra civil. Es cierto que este país del este de África ha estado luchando por encontrar su estabilidad debido a los conflictos internos que la asolan. En cualquier caso, hay, como nos reconocen los que están sobre el terreno, motivos para la esperanza y la paz gracias, en buena parte, a los esfuerzos de reconciliación que la Iglesia está llevando a cabo para ayudar a reconstruir la nación.
Según las estadísticas, Sudán del Sur tiene una población de unos 12 millones de habitantes repartidos en los diez estados del país. Juba, la capital, es la más poblada de todas las ciudades, con aproximadamente más de medio millón. Este año, el Papa Francisco realizó una histórica visita apostólica a Sudán del Sur del 3 al 5 de febrero.
En la actualidad existen siete diócesis católicas (Wau, Malakal, Torik, Yei, Rumbek, Tambura-Yambio y Juba), una de las cuales es archidiócesis. Wau es el primer territorio eclesiástico y el más evangelizado, con quizá el mayor porcentaje de presencia de la Iglesia católica y de institutos religiosos. Yambura-Yambio es también muy católica, con muchas vocaciones de las que proceden nuestros hermanos y estudiantes. Malakal es la más rural de todas las diócesis y es escasamente católica, necesitada de una evangelización primaria. La fe católica llegó a Sudán del Sur de la mano de los misioneros combonianos hace más de 150 años.